miércoles, 27 de febrero de 2013

Trabajar en Londres: Guía de supervivencia



 Parte I

Con esta guía conocerás los aspectos más básicos de la vida en la capital, desde cuál es el mejor lugar para alojamiento hasta por qué deberías extender tu dedo meñique hacia arriba cuando bebas un té.

Usar los códigos de conducta adecuados es muy importante, sobre todo si vas a trabajar en Londres. La ciudad tiene un montón de locales hedonistas y vanguardistas eventos de arte, pero cosas como no tener el cambio preparado para recargar tu tarjeta Oyster, te pueden ocasionar recibir más de una mirada gélida.

Las Zonas de Londres


Hay una brecha entre el norte y el sur de la ciudad. La división es tan grande entre la clase trabajadora del norte y los considerados pretenciosos del sur que estos últimos consideran a los norteños como tontos y la falta de metro en el sur lo convierte, para muchos, en un lugar tan impenetrable como el Amazonas.

Los londinenses de entre 18 y 35 años que trabajan en medios de comunicación viven casi exclusivamente en el este. De hecho, es tal su devoción por el East End que cada vez ocupan más barrios, extendiéndose por Whitechapel, Dalston, Stoje Newington y Clapton. Si éste es el sector que te interesa para trabajar, considera mudarte a estas zonas.

Espacio Personal


A los británicos no les gusta que les toquen en público y dan mucha importancia al espacio personal.  Los londinenses se pasan alrededor de un 40% de su tiempo preocupándose de si alguien invade su zona personal, aunque hay una solución a este problema: la cerveza. Unas cuantas pintas después del trabajo y se relajarán lo suficiente como para que deje de importarles esta cuestión.

Es muy normal que una chica acuda sola a un bar o un restaurante. Tal vez reciba algunas miradas de los más jóvenes o algunos intentos de conversación, pero es una práctica muy extendida.

Otras cosas que debes tener en cuenta en tus comienzos para trabajar-en-Londres son no hacer fotos en calles atestadas de gente, no parar a una persona para que te haga una foto y, sobre todo, no hagas fotos en conciertos, sesiones de DJs o platos de comida en un restaurante. Tus amigos aún te creerán, aunque no dejes una prueba gráfica en las redes sociales.

Modales en la Mesa


¿Alguna vez te has preguntado por qué es una costumbre mantener el dedo meñique levantado al beber el té? La razón es que, antiguamente, las tazas para beber té no tenían asas y el mejor modo de no derramar el té era cogerlas con los dedos pulgar e índice, extendiendo el meñique para hacer equilibrio. Así que si alguna vez se te ha derramado un té hirviendo es porque no tenías tu meñique estirado.

Parte II


Ahora que ya sabes cómo relacionarte socialmente en la capital inglesa, es importante que conozcas el protocolo que impera a la hora de trabajar en Londres y para moverte por la ciudad con soltura.

En el trabajo


En el ambiente de oficina, el humor se sitúa muy lejos. Comentarios ligeramente auto-críticos con un toque de sarcasmo funcionan mejor. Evita hacer chistes sobre cuestiones fisiológicas y bromas a costa de alguien o te colocaras en una posición delicada.

Eventos como el cricket o la regata Henley están altamente considerados, así que si un compañero de tu trabajo en Londres te invita a acudir, tienes que aceptar. Para causar una buena impresión, debes vestir adecuadamente: una americana, camisa y corbata para los hombres y vestidos elegantes para las mujeres. Después del evento, la costumbre es que los hombres acudan al pub más cercano a emborracharse. La diversión es la norma, los comentarios sexistas opcionales.

En la calle


En Inglaterra, los coches conducen por la izquierda, al contrario que en la mayoría de países. En Londres, además, la velocidad máxima permitida en los barrios interiores durante el día es de 2 millas por hora. No intentes sobrepasar ese límite porque solo podrás ir rápido hasta que te encuentres con los semáforos.

Si tardas más de 45 segundos en comprar un billete de metro o recargar tu tarjeta en las máquinas expendedoras de las estaciones, recibirás unas cuantas miradas gélidas de quienes están esperando en la cola. Cuando se trata de moverse por la ciudad, la velocidad es la clave, así que cuanto más rápido pases tu tarjeta, atravieses las barreras y te muevas hacia el tren, mejor. Recuerda también situarte sobre el lado derecho de las escaleras mecánicas, para dejar el lado izquierdo libre a las personas que tienen más prisa.

Los británicos tienen fama de hacer cola religiosamente, pero si necesitas coger el metro para ir a trabajar, comprobarás que los andenes de las paradas son la excepción a esta regla. En las horas punta (entre 7:30 y 9:30h por las mañanas y de 16:30 a 19h), es una lucha. Cuando la sirena alerta de la llegada del metro, los pasajeros se sitúan lo más cerca posible de la línea amarilla de límite y esperan nerviosamente a que se abran las puertas, bloqueando a cualquier persona que vaya a salir del tren. Si te sitúas en primera línea, ese privilegio desaparecerá en cuanto se abran las puertas y todo el mundo empiece a empujar como si fuera el último metro que pueden coger. Ten en cuenta que las usuales normas de educación de decir “excuse me” o “pardon”, no funcionan aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.