Si no has vivido en
un piso compartido antes, hay mucho que pensar antes de que firmes el contrato
de alquiler de tu nuevo casas compartidas en Londres y una de las cuestiones más esenciales es con
quién vas a vivir.
¿Amigos o compañeros?
Solo porque seáis
amigos desde el jardín de infancia no quiere decir que podáis convivir. Tal vez
sus excéntricos hábitos sean entrañables cuando salís juntos, pero podrían
ponerte de los nervios cuando tienes que soportarlos todos los días.
Piensa en vuestros
estilos de vida antes de decidir con quién quieres vivir. Si trabajas de 9 a 5
y tus compañeros trabajan en un bar y llegan a casa en mitad de la noche, no te
hará mucha gracia despertarte de madrugada. O si eres un maniático de la
limpieza y vas a vivir con alguien que tiene problemas para cambiar el rollo de
papel higiénico y cree que los platos se limpian solos mágicamente, tendréis
que pensar seriamente en cómo vais a organizar la convivencia.
Establece normas básicas
La limpieza (o la
falta de ella), las compras, las comidas, el volumen de la música o parejas que
están continuamente en el piso son las causas más comunes de problemas y muchas
pequeñas molestias juntas pueden acabar convirtiéndose en grandes problemas.
Puede parecer
aburrido, pero fijar unas normas de convivencia puede evitar males mayores.
Unos turnos de limpieza, reglas para las compras comunes y una hora tope para
poner la música alta son buenos puntos de partida. Si quieres compartir los
gastos semanales de comida y cocinar por turnos, debe ser algo con lo que todos
estéis de acuerdo en vuestro alojamiento en casas compartidas. Del mismo modo, si prefieres comprar tu propia comida, el
sistema solo funcionará si el resto no utiliza comida que no sea suya.
Dinero, dinero
Otro asunto
problemático entre compañeros de piso es si hay alguien que no paga los gastos
comunes o que constantemente debe el dinero del alquiler o las facturas. Una
forma de evitar esto es abrir una cuenta bancaria común para la casa, donde
todos ingreséis el dinero de los gastos y domiciliéis ahí todos los recibos,
Así, te evitarás cargar con gastos ajenos y podréis manejar mejor las cuentas
del piso.
Nada es tan
emocionante como encontrar un buen alojamiento en barato con un grupo
de amigos y descubrir la nueva ciudad juntos, pero las pequeñas molestias
pueden arruinar el buen ambiente de la casa y convertir esta gran experiencia
en la casa del terror, así que sigue nuestros consejos y te asegurarás una
convivencia tranquila.
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